En mi experiencia como profesora de español, varios alumnos me han comentado que el cine o las series españolas (no las latinas, en este caso) son famosas fuera de España por su nivel de intensidad y por su polaridad. O son comedias o son dramas lacrimógenos.
No había caído en esto*. Supongo que al estar inmiscuida en el ambiente audiovisual español es difícil tomar la distancia necesaria par hacer este análisis. Pero conociendo a mis congéneres*, no me parece raro. Los españoles no nos caracterizamos por nuestra mesura, así que es normal que esto lo llevemos a nuestro estilo cinematográfico.
En el artículo anterior del blog hablaba sobre aprender español viendo series, pero en este, el tema va a ser el cine, las películas. En concreto una: “Un franco, 14 pesetas”. Se trata de una película española del año 2006, del director Carlos Iglesias. Está ambientada en la España de los años 60. Aunque la mayor parte de la trama sucede en Suiza. De hecho, los francos, cuyo nombre aparece en el título, es la moneda suiza. Por otro lado, la peseta era la moneda que había en España antes del euro.
Con esta película no se cumple el prototipo expuesto por mis estudiantes. No es una comedia ni un drama, aunque sí tiene de los dos. Es una buena película si estás interesado no solo en aprender español, sino en conocer la cultura y la historia recientes de España.
Por poner un poco de contexto necesario para entender la cinta*: durante el franquismo, y hasta que casi llegó la democracia, España sufrió varias crisis económicas graves. Lo suficiente para que decenas de miles de españoles emigraran, sobre todo a Suiza y Alemania. En dichos países se necesitaba mano de obra barata que realizara trabajos cualificados en fábricas.
Los españoles llegaron a un país muy diferente al que dejaban, y más en aquella época en la que no había globalización, como ahora. El clima, las costumbres, la sociedad y la política eran completamente distintas a lo que había aquí. Recordemos que España vivía en una dictadura. Mientras que Suiza o Alemania disfrutaban de democracias plenas.
El shock que sufrieron muchos españoles al llegar fue muy grande. Por un lado, el nivel de vida en el centro de Europa era más alto que en España. Pero, por otro lado, muchos de ellos aseguran que cuando llegaron no tuvieron un buen recibimiento. Según el testimonio de muchos de ellos, se les trató como mercancía. De hecho, algunas fábricas tenían barracones* donde dormían los trabajadores en condiciones penosas.
“Un franco, 14 pesetas” mezcla este impacto brutal por el cambio cultural, con las vivencias divertidas que tienen los protagonistas. Viven con auténtica sorpresa el descubrimiento, por ejemplo, del papel higiénico. Elemento que no debía de ser muy popular en España en aquel tiempo. En su viaje al centro de Europa conocen personajes que les acompañarán y con los que vivirán experiencias de todo tipo.
Además, también se trata el tema de aprender alemán (o suizo). Los personajes viven anécdotas muy curiosas a lo largo de su aprendizaje. Y lo mismo pasa con los suizos que aprenden un poquito de español con los españoles emigrados.
Es una película muy recomendable si ya tienes un nivel intermedio-alto de español. Así que, si has entendido este texto sin tener que traducirlo con un traductor automático, anímate a profundizar más allá de la gramática. Recuerda que cuando aprendemos un idioma, también aprendemos una cultura nueva: su literatura, su cine, su sociedad, e incluso una forma diferente de interpretar la vida.
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* Caer en algo: darse cuenta de algo.
* Congéneres: personas con las que compartes la misma cultura.
* Cinta: sinónimo de "película".
* Barracones: espacios donde las personas que viven en condiciones inhumanas. Por ejemplo, los campos de concentración nazis tenían barracones donde dormían los prisioneros.